Cómo liderar ante lo imprevisible
"La situación nos empuja a buscar líderes". Con estas palabras del director de APD, Enrique Sánchez de León, se inauguraba la jornada "El liderazgo empresarial ante un entorno imprevisible" organizada por APD con la colaboración de Haygroup y Vedior. El planteamiento era sencillo aunque no su resolución, ¿Cómo dirigir empresas en un mundo como el actual, en continuo cambio (ya mucho antes de los ataques del 11 de septiembre)?
La primera conclusión fue que ahora, en momentos difíciles, es cuando destacan los verdaderos líderes porque "en situaciones cambiantes el liderazgo es fundamental" según Antonio Garrigues, Presidente de J&A Garrigues Andersen. En la misma línea, Santiago Álvarez de Mon, Profesor del IESE, comentaba que "la crisis destapa problemas latentes" por lo que es necesario "no tenerle miedo: el proceso de aprendizaje es un proceso de desaprendizaje".
Primera clave: la información
Resulta difícil gestionar cuando apenas existen garantías, cuando la situación se muestra tan inestable y conviene asumir esa realidad y actuar en consecuencia. "No existe la seguridad -explicó Álvarez de Mon- sino la sabiduría para gestionar la inseguridad". Por tanto, según Garrigues, "necesitamos líderes adaptados a las nuevas realidades", es decir, "con mentalidad global y más informados". Garrigues apeló al sentido de la responsabilidad del líder: "debe estar delante de los acontecimientos, no detrás y debe dar ejemplo cuando lo que estamos viendo es lo contrario: líderes que dan margen".
Para Carlos Alonso Zaldívar, Consejero de la embajada de España en Italia, que comparó el liderazgo empresarial con los liderazgos internacionales, ser líder requiere "legitimidad para marcar un camino, capacidad para avanzar por él y voluntad para hacerlo". Sus premisas se complementaron con algunas advertencias y consejos. Así, señaló que "el líder debe conocer su comunidad y saber reaccionar ante cualquier vicisitud además de controlar bien el flujo de información". La razón es que "los errores del líder repercuten en sus seguidores". Por eso, más que nunca "es necesario saber lo que ses quiere y estar dispuesto a pagar el precio".
Segunda clave: las personas
"Solucionar una crisis es una cuestión de carácter" sentenció Álvarez de Mon, que realizó un simil entre las crisis económicas y la experiencia de los supervivientes en el famoso accidente de avión de los Andes, que fue reproducido en la película "Viven". "Sobrevivieron porque no tenían ni idea de cómo era la montaña" apostilló. Además de reivindicar la heteredoxia, el optimismo y el derecho al error, Álvarez definió el liderazgo como"un fenómeno personal, a veces anónimo, que se debe comprometer con una serie de valores: la diversidad, la intemporalidad y la universalidad".
En un acercamiento a la Biología, el médico y profesor de Psicología Social en la Universidad de Barcelona, Salvador García, reivindicó la vuelta a los valores más humanos en la gestión del capital humano. "La moral está por encima de lo técnico -explicó- y la solidaridad es el valor ético por excelencia". No dejó pasar la oportunidad de ensalzar el optimismo, "que es mucho más inteligente que lo contrario" y recordó que "los valores no son solo culturales, también son biológicos". "Estamos empeñados en crear organizaciones que matan la libertad, la creatividad" -se lamentó-, "somos aburridos".
Tercera clave: los valores
El elemento sorpresivo fue la primera base del discurso de Enrique De Mulder, Presidente de Haygroup: "hay que aprender a interrogar la realidad de manera distinta, la gestión de la sorpresa es tan importante que quien no la controle no sobrevivirá". Para el futuro próximo De Mulder reivindicó los valores como pieza clave: "son necesarias organizaciones con valores que les permitan tramitar cómodamente los vaivenes y que transmitan empatía". En ese sentido, criticó que "no trabajamos para nuestros clientes, los empleados, seguimos trabajando en organizaciones jerárquicas". Aconsejó utilizar todos los estilos de Dirección, impregnarse de valores corporativas y no reproducir esquemas tayloristas. La solución más clara para De Mulder es un conjunto de palataformas de gestión del talento, de capital relacional, de innovación y de enfoque al cliente. Esta última fue especialmente recomendada para estos tiempos puesto que "así se puede enfocar al cambio, a la diversidad y al futuro".
Finalmente, el futuro fue afrontado por todos ellos con optimismo, pero no sin realismo, como demostró de Mon al afirmar que "para construir el futuro que queremos tenemos que exprimir el presente, el futuro solo se construye hoy, el futuro está en la agenda, el aquí y ahora".
Diez consejos para un líder
Para algunos gurús del management como Santiago Álvarez de Mon, profesor del IESE, éstos son tiempos propicios para destapar los verdaderos líderes. Sin embargo, Álvarez se muestra contrario a la ortodoxia y lanza algunos mensajes revolucionarios para quiénes estén dispuestos a ser líderes o se sientan como tales:
- Sean descarados, hay que destrozar la ortodoxia, necesitamos más locos, estamos sobrados de prudencia, ésta nos ha secado el cerebro;
- Sean más creativos: la creatividad no surge en un breamstorming sino en el debate, la controversia, el talento necesita libertad para ir al precipicio de los hechos;
- Una de las claves para los líderes es la fortaleza para fabricar respuestas libres: esto lleva a la iniciativa;
- Empieza por cambiarte a ti mismo si quieres cambiar algo;
- Llevar un equipo requiere escuchar;
- Reivindiquen el error: quien no se equivoca no hace nada, la excelencia es la gestión lúcida del error;
- El momento cumbre de un líder es la acción, hasta que no actúas no te conoces;
- Una de las tareas del líder es institucionalizar el proceso de aprendizaje, tomar un compromiso para que el talento no se sienta ahogado por la burocracia;
- Es necesaria más energía, hay que educar el optimismo;
- No existe la seguridad, existe la sabiduría para gestionar la inseguridad.