¿Qué hacer para resolver los conflictos entre compañeros?
No cabe duda que en cualquier grupo, más tarde o más temprano, surgirá algún conflicto. Como director, gerente o supervisor, mediar en un conflicto es un reto similar a andar por la cuerda floja. Pero es un reto que viene con el trabajo.
Así que, ¿cuál es la creencia popular a la hora de tratar los conflictos con éxito? ¿Cómo convertirse en el Henry Kissinger de los RRHH? Aquí tiene nuestros consejos.
- Dese cuenta del conflicto lo antes posible – Si cree que existe algún problema entre su plantilla, haga frente a la realidad y no espere que se resuelva por sí sólo. Un conflicto no resuelto podría convertirse en algo peor.
- Vea el problema a gran escala – Recuerde siempre que no sólo los antagonistas son los afectados. Todo el mundo alrededor se verá afectado por el estrés. Actúe rápido antes de que sus empleados empiecen a ponerse de parte de alguno de los involucrados y su equipo y organización se vea dividida.
- Cree la atmósfera – ‘Liarla' en medio de la oficina no funcionará. Reunirse a puerta cerrada permitirá que los implicados tengan la oportunidad de airear sus disputas y de compartir sus posturas de forma tranquila y considerada. Antes de que nadie diga nada, hágales entender y acordar que el único fin de la reunión es resolver el conflicto.
- Reúnalos – Reúnase siempre con los antagonistas al mismo tiempo. Permita que todos expliquen sus posturas, sin que sean interrumpidos. Refuerce el hecho de que el problema sólo puede ser resuelto por medio del diálogo y la negociación.
- Sea firme – No sea comprensivo ni esquivo en cuanto al problema. Por otra parte, evite tomar un tono agresivo. Escuche con empatía y objetividad. Deje claro que no se pondrá de ninguna parte.
- Infórmese – Realice preguntas para aclarar y entender exactamente dónde reside el problema. Identifique de manera concisa los problemas principales y exponga su opinión sobre cómo afecta al rendimiento individual, perjudica el trato con el consumidor y daña las relaciones con los clientes. Céntrese exclusivamente en los problemas laborales y deje a un lado los problemas personales.
- Pónganse de acuerdo sobre el problema de manera conjunta – Cree consenso sobre su evaluación del problema antes de buscar una solución. Encuentre un terreno común entre los antagonistas. En este punto, su clarificación podría solucionar el problema. Si no es así, es crucial que lleguen a un acuerdo sobre la percepción común del problema.
- Personalidad contra proceso – Es posible que se aprecie de forma clara que el conflicto ha surgido más bien debido a tensión entre personalidades opuestas que debido a problemas específicos del trabajo. Deje muy claro que es razonable estar en desacuerdo sobre problemas laborales, pero que es poco profesional e inaceptable permitir que los conflictos personales afecten al trabajo. Una actividad útil para suscitar un entendimiento y la solución del problema es pedir a cada parte que identifique qué es lo que el otro empleado podría dejar de hacer, empezar a hacer, lo que podría hacer más o lo que podría hacer menos.
- Explore soluciones en potencia – Identifique y discuta soluciones en potencia. Si una parte siente que ha ganado, la otra podría seguir descontenta, por lo que debe concentrar sus esfuerzos en crear una solución positiva para ambas. Insista en que ambas partes formen parte de la creación de la solución y asegúrese de que cada parte sugiera lo que personalmente haría para resolver el problema.
- Acuerden una solución – Una vez discutidas las posibles soluciones, decida la solución que mejor hace frente a las necesidades de ambas partes y de su organización. Póngalo por escrito, con acciones acordadas claramente explicadas. Decida cómo medirá su éxito de forma colectiva. Supervise el progreso habitualmente y refuerce el éxito de forma positiva con elogios verbales.