¿Cómo dirigir a un nuevo empleado?

Se dice que la primera impresión es la que cuenta y no podría ser más cierto cuando se trata de ayudar a la integración de un nuevo empleado en su equipo.

Existe una mezcla de emoción y energía nerviosa cuando el nuevo empleado intenta establecerse en su nuevo ambiente y los empleados existentes intentan calar al nuevo miembro del grupo. Es su trabajo hacer que este proceso transcurra sin altibajos.

Enseñarles lo básico

Después de haberles dado la bienvenida a sus instalaciones y de enseñarles dónde van a trabajar, debería explicarles la configuración básica de su oficina y ofrecerles el recorrido de rigor. Enséñeles dónde hacerse un café, dónde colgar su chaqueta, dónde están los aseos, cómo llamar a una línea externa desde el teléfono, dónde pueden aparcar y el resto de aspectos de la vida diaria en el trabajo.

Intente siempre llevarse a comer a su nuevo empleado en su primer día con algunos compañeros para que pueda conocerle en un ambiente más relajado. No caiga en la tentación de invitar a demasiadas personas ya que no debe intimidarle en su primer día.

Si fuera posible, asígneles un mentor con un trabajo similar del que pueda aprender cuando usted no esté disponible. Pídale al mentor que le comente dónde están los mejores restaurantes, dónde puede ir a tomarse una cerveza fresquita después de trabajar y cualquier información sobre la política de la oficina que sea importante. ¡Sería importante que supieran además si la persona que trabaja en frente suya es el hijo del Director General para evitar cualquier metedura de pata!

Ponerse al tanto

Poco a poco debe comenzar a proporcionarles un goteo constante de información para ayudarles a hacer el trabajo para el que han sido contratados. Mándelos a la web de la empresa para que comiencen a ver qué es lo que hace la empresa y qué lugar ocuparán en los grandes planes de la compañía.

Si existe algún documento que dejó un empleado previo que ocupó el mismo puesto, haga que el nuevo empleado lo lea detenidamente y tome notas si fuera necesario Usted debería guardar también una copia de dicho documento para supervisar qué tal está adquiriendo los diversos aspectos del trabajo.

Usted debería tener bastante idea en función del currículum y del proceso de entrevista del conocimiento previo que posee su nuevo empleado, pero incluso el empleado con más experiencia necesita un cierto grado de formación. Además de la organización de un programa formal de formación, intente programar también algún tiempo para que ellos puedan conocer el trabajo y los sistemas por sí mismos. A veces lo mejor es escarbar a tu alrededor para ver lo que descubres por ti mismo.

Debería programar reuniones habituales durante el periodo de prueba con objetivos claros que el nuevo empleado deberá alcanzar en cada fase. Esto le proporcionará algo en lo que centrarse y a usted algo para evaluarle.

Darse a conocer

Durante la primera semana más o menos debería alentar a su nuevo empleado a que programe reuniones con todos aquellos con los que vaya a trabajar a diario. Puede hacerse en grupo o en reuniones 1-2-1. En vez de usted programar las reuniones, es mejor que sugiera a su nuevo empleado que sea él el que se dirija a sus compañeros ya que le ayudará a conocer sus nombres, responsabilidades, el protocolo de la sala de reuniones, etc.

Preséntele a la persona del departamento de finanzas que le firmará las dietas, el equipo de informática que le ayudará cuando tenga un problema con su ordenador y el equipo que se encargará de que su correo entre y salga.

Los nuevos empleados deberán además ponerse en contacto con proveedores y clientes para presentarse y descubrir cómo funcionan las relaciones comerciales.

Cuando las cosas no funcionan

No importa lo bien que haya ido el proceso de contratación, a veces simplemente puede haber tomado la decisión incorrecta. Existen muchas razones por las que un nuevo empleado no encaje. Desde el punto de vista del empleado, es posible que no disfruten del trabajo tanto como esperaban. A lo mejor el viaje al trabajo es demasiado largo. A lo mejor le han ofrecido un puesto mejor en otro lugar.

Desde su punto de vista, es posible que el empleado sencillamente no esté hecho para ese trabajo o puede que haya malas vibraciones con sus otros empleados. Los periodos de prueba están ahí por esa misma razón, y hasta que terminen existe la oportunidad para ambas partes de tirar la toalla sin repercusiones algunas.

Sea cual sea el motivo, lo mejor para todos es hacer frente al problema lo antes posible. Una persona precisa de más coraje para admitir que ha cometido un error que para continuar como si todo fuese bien.